Con esta derrota, el Atlético bajaba un puesto y se colocaba decimoquinto, vagando aún por la zona baja de la tabla. Esta decisión resultó muy polémica al principio, pero con el tiempo se vio que había sido acertada, ya que el joven canterano acabó ganándose por méritos propios la titularidad en la portería del Atlético de Madrid. Esta derrota, además, propició el despido del entrenador atlético, Abel Resino, chandal del psg y la contratación de Quique Sánchez Flores como nuevo técnico.