En la Argentina de Messi y Maradona, un país que se supone potencia deportiva y dos veces ganador de la Copa del Mundo, el fútbol femenino es ninguneado por la dirigencia, los medios especializados y gran parte del público. Todo tipo de inserciones, decoración voluminosa, emblemas de compañías famosas aparecerán en los elementos elegantes del armario. Cuando llegó no podía creer lo que veía: ahí se enteró de que el fútbol también se jugaba entre mujeres.