El empate a uno ante Murcia en la decimocuarta jornada volvió a despertar las iras del presidente. Pero más allá de los resultados deportivos, la temporada 2002/2003 se recuerda por las fuertes polémicas y los altercados públicos de Jesús Gil, presidente de la entidad, con Paulo Futre, director deportivo, y Luis Aragonés, entrenador de la primera plantilla. En el descuento de la primera mitad, Abreu remató de cabeza una falta escorada, y así el Atlético se marchó con vida al descanso.