Alex Ferguson trató de convencerlo para que recapacitara, pero resultó imposible. Julian Draxler, participante en ese tanto, anotó el 3-0 apenas dos minutos después para acomodar la goleada con todavía una hora de partido, un mundo para cualquier rival cuando enfrente está un rival como el París Saint Germain, con jugadores de tal talla mundial, chandal del psg aunque fue todo lo contrario de lo que se esperaba entonces.