Al nordeste de la ciudad se ha construido un puerto seco, centro logístico de distribución de mercancías que por el momento no tiene actividad. Este intento, debido a la falta de voluntarios, fue rápidamente sustituido por esclavos de origen africano, que fueron utilizados en las viviendas (granjas) para cultivar productos coloniales: azúcar, especias, chocolate y café. En 1713, durante el Tratado de Utrecht, el rey francés Luis XIV, para limitar los conflictos locales con la colonia portuguesa de Brasil, sentó las bases de la frontera entre Brasil y Francia.